Damos un nuevo paso hacia la sostenibilidad

La energía fotovoltaica es una energía limpia que no produce emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), de las que el sector energético es responsable de más de dos terceras partes. Por todo esto es justo asegurar que esta tecnología contribuye activamente al cambio del modelo energético haciéndolo más eficiente y sostenible.

El impacto visual es prácticamente nulo ya que la instalación no varía la envolvente del edificio debido al tipo de estructura y cubierta.

Balance Medio Ambiental de la instalación:

La energía solar fotovoltaica es una de las energías renovables más respetuosas con el medioambiente. Constituye frente a los combustibles fósiles una gran cantidad de ventajas, como, por ejemplo, que se trata de una fuente de energía inagotable, contribuye al autoabastecimiento energético nacional y es mucho menos perjudicial para el medioambiente ya que no produce contaminación ni en su uso directo ni en su generación.

Las principales ventajas en su aplicación son que no afecta a la calidad del aire, ni al suelo, ni producen contaminación acústica; únicamente ha de tenerse en cuenta su posible impacto visual, las cargas ambientales en el proceso extractivo de producción de silicio y la eliminación de residuos que el desecho de las placas pudiera ocasionar al final de su vida útil.

Los efectos de la energía fotovoltaica sobre los principales factores ambientales son los siguientes:

Clima: la producción directa de energía eléctrica a partir de la luz solar no requiere ningún tipo de combustión, por lo que no se produce polución térmica ni emisiones de CO2 que favorezcan el efecto invernadero.

Geología: las células fotovoltaicas se fabrican a partir de silicio, elemento obtenido de la arena, muy abundante en la naturaleza y del que no se requieren cantidades significativas. Por lo tanto, en la fabricación de los paneles fotovoltaicos no se producen alteraciones en las características litológicas, topográficas o estructurales del terreno.

Suelo: al no producirse ni contaminantes, ni vertidos, ni movimientos de tierras, la incidencia sobre las características físico-químicas del suelo o su erosionabilidad es nula.

Hidrología: aguas subterráneas y superficiales: no se produce alteración alguna en los acuíferos ni en las aguas superficiales ni por consumo, ni por contaminación por residuos o vertidos.

Fauna y vegetación: la repercusión sobre la vegetación es nula y al eliminarse los tendidos eléctricos se evitan los posibles efectos perjudiciales para las aves.

Paisaje: las distintas posibilidades de instalación de los paneles hacen que sea un elemento fácil de integrar y armonizar en diferentes tipos de estructuras y lugares, minimizando así su impacto visual.

Como los excedentes de energía solar producida por la instalación se vierten en la misma línea de acometida de la instalación receptora, no hay que realizar ninguna conducción hasta el cuadro de contadores y, por tanto, no se altera el paisaje con postes o líneas eléctricas. Ruido: el proceso fotovoltaico es absolutamente silencioso, lo que representa una clara ventaja respecto a cualquier otro tipo de método de obtención de energía eléctrica, ya sea mediante energías renovables o no.